No, no estamos cerrados

El otro día hablé por teléfono con un paciente a quien le habían dicho en la oficina de farmacia que «el Centro de Salud estaba cerrado»… pero no, no estamos cerrados. Es cierto que por respeto y por prudencia hemos cambiado la forma de trabajar, pero no solo no hemos dejado de trabajar, sino que estamos trabajando más que nunca.

Siempre he dicho que no sabemos explicar bien la función que realizamos los trabajadores sanitarios. La investigación, la docencia, la formación continuada, la gestión de la consulta y del centro de salud se han visto constantemente eclipsadas por la asistencia. Esto genera en la población la idea equivocada de que si no estamos «pasando consulta» no estamos haciendo nada, y ahora que no estamos accesibles presencialmente, parece que no estamos haciendo nada.

Lo que hacemos en estos tiempos de COVID-19 es:

  1. Estudiar. Sí, estudiamos más que nunca para estar informados de los más recientes hallazgos frente a este virus que es nuevo para todos. Un virus que nos sorprende, que hace que nos planteemos y replanteemos nuevas hipótesis. Estudiamos para saber más y ofrecerte un mejor servicio.
  2. Investigar. Sí, la investigación no solamente está en los laboratorios, o en los hospitales. Los profesionales de tu centro de salud, la atención primaria, también nos planteamos preguntas en nuestro ámbito de actuación. Investigamos para intentar dar respuestas y así ofrecerte un mejor servicio.
  3. Gestionar. Sí, gestionamos nuestras agendas, gestionamos nuestro tiempo, gestionamos nuestras funciones. Limpiadores, celadores, seguridad, administrativos, trabajadores sociales, psicólogos, fisioterapeutas, higienistas dentales, matronas, enfermeras, odontólogos, TCAEs, pediatras y médicos de familia (todos estos profesionales trabajan en mi -tu- centro de salud) estamos reorganizando continuamente nuestras funciones y eso exige tiempo y estructuras que sean capaces de acomodarse a las nuevas necesidades. Gestionamos para adaptarnos y darte un mejor servicio.
  4. Asistir. Sí, aunque creas o te digan que estamos cerrados, estamos en el centro de salud haciendo numerosas funciones asistenciales:
    1. Tenemos a disposición de todos los ciudadanos una consulta presencial de casos de sospecha de COVID-19 llevada por un médico, una enfermera que realiza toma de muestras para PCR y cribado en la puerta y un profesional administrativo que apoya el triaje (1).
    2. Tenemos a tu disposición más huecos de contacto de los habituales con tu médico y tu enfermera que gestionan los administrativos para ponernos en contacto telefónico contigo. Si podemos solucionar tu problema por teléfono lo hacemos, si no podemos te daremos una cita con todas las medidas de seguridad.
    3. Tenemos huecos presenciales en las agendas de médicos, enfermeras, matronas, fisioterapeutas, odontólogos y trabajadores sociales. Pero por el momento estos huecos los gestionamos desde el centro de salud para intentar que no se acumulen pacientes en las salas de espera y no favorecer la expansión del virus.
    4. Hacemos visitas de atención a domicilio. La mayoría los determinamos nosotros para ir a ver a nuestros pacientes inmovilizados.
    5. Solucionamos la mayor parte de los problemas burocráticos por teléfono: partes de baja, errores en la receta electrónica, actualización de medicamentos, informes, problemas banales o conocidos, etcétera. La mayoría de las veces con éxito y con la inestimable profesionalidad de la Unidad de Atención al Usuario (UAU). Sí, esos profesionales que están detrás del mostrador y que aguantan la gran parte de enfados e improperios por parte de algunos.
    6. Seguimos los casos que han dado PCR positivo. Los llamamos por teléfono regularmente para seguir la evolución clínica.
    7. Hacemos estudios de contactos para frenar los brotes.


Humildemente te pido que nos dejes trabajar, que confíes en nosotros, que la restricción del acceso al centro de salud es por tu bien (no por nuestra comodidad) y que seas ahora solidario con tus vecinos.

¿Cómo puedo ser solidario con mis vecinos?

  1. Cuidándote. Te lo dicen por la tele, por internet… No hay que tener un máster en salud pública para ponerte la mascarilla, lavarte las manos y guardar la distancia social. No hace falta que lo repitamos una y otra vez. Eres adulto y responsable de tu bienestar y el de tu entorno.
  2. Contacta con el centro de salud solo cuando realmente tengas un problema de salud. Ese acné de toda la vida, la quemadura solar, la rozadura del zapato, una diarrea de horas de evolución, el dolor de una hemorroide, un hematoma tras un golpe, una raspadura tras una caída o las molestias de la piel por el sudor, nos restan tiempo de atención, esfuerzos y energía para quienes realmente nos necesitan.
  3. No ocupes un teléfono del centro si no lo necesitas, otro vecino puede necesitarlo de verdad y estaremos comunicando.
  4. Si ocupas mi tiempo para solucionar banalidades no podré ir a casa de tu abuelo a visitarlo al pie de su cama.



Pero también te pido un poco de respeto a los profesionales.

¿Cómo puedo ser respetuoso con los profesionales de la salud?

  1. Frases dirigidas a nosotros como «¿qué estarán haciendo ahí dentro?», «otra vez están cerrados» o «para eso te pago» no son justas para quienes hace tan solo unas semanas aplaudías desde tu balcón.
  2. Si te paran en la puerta del centro de salud, te indican que te coloques bienla mascarilla o te ofrecen gel de manos, nos gustaría que nos sonrieses y lo aceptaras y que no contestaras «la mascarilla me ahoga», «me da alergia el gel» o «a ti qué te importa a lo que vengo».
  3. Si comunica el teléfono es que los compañeros de la UAU no dan más de sí. No «estamos de fiesta» ni «somos unos vagos».
  4. Si estos mismos compañeros te preguntan el motivo de tu llamada es porque gestionan nuestras agendas y no porque «mira que eres cotilla» o decirles «a tí qué te importa», esto dificulta enormemente su labor. Desgraciadamente los entrecomillados los he oído de alguno de vosotros.

No estamos cerrados, seguimos trabajando aún más que habitualmente para intentar que no se vuelvan a sufrir situaciones tan dramáticas como las de hace unas semanas, y parece que hemos olvidado.

(1) Proceso de valoración clínica preliminar que ordena los pacientes en base a su grado de urgencia. De esta forma los pacientes más urgentes son tratados los primeros, y el resto son controlados continuamente y reevaluados hasta que los pueda visitar el equipo sanitario.

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Médico de Familia. Doctorando URJC. Apasionado por la aplicación de la tecnología en todos los aspectos de la salud. Entreno Pokemon, investigo con bots y a veces buceo.