Vacunas y mitos. Posición de la Organización Mundial de la Salud

Los movimientos antivacunas tienen una fuerza importante en la actualidad gracias, en parte, a la amplificación de los bulos en las redes sociales. La difusión continuada de falsas verdades, mentiras o noticias intencionadamente fabricadas que se difunden «gracias» a la buena voluntad de millones de internautas que hacen que se difunda el mensaje y se siembre la duda. Estos bulos que ponen o quitan gobiernos, hacen ganar o perder elecciones y suben alos cielos o bajan a los infiernos a personas afectan también a la salud prometirndo grandes remedios o terribles males.

Hoy nos dedicamos a las vacunas. Posiblemente los momentos menos agradables de nuestros primeros contactos con el sistema sanitario. Estas actividades preventivas hacen que estemos protegidos individualmente y globlalmente (como sociedad) de enfermedades potencialmente mortales y gracias a ellas algunas han pasdo a la historia de la salud.

Al vacunarnos hacemos mucho menos probable una infección en nuestro cuerpo y si estamos vacunados una gran parte de la población hacemos que el germen contra el que está desarrollado la vacuna no tenga huéspedes para albergarse de forma que la vacunación de la mayoria de la población protege a los no vacunados. A esta protección que se genera a los no vacunados gracias a la vacunación de la mayoría se conoce como efecto rebaño o inmunidad de grupo y para que aparezca en una sociedad se estima que ha de estar vacunada al menos el 95% de la población. Es decir si me vacuno me protejo frente a una enfermedad y contribuyo a la protección de la comunidad en la que vivo, si no me vacuno aumento la probabilidad de adquirir una infección y también disminuyo la protección del resto de la comunidad.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la vacunación a nivel mundial se han mantenido estable entre los niños más pequeños pero aún se estima que hay casi 22 millones de lactantes que no reciben vacunas. Por un lado hay aún numerosas dificultades de acceso a la vacunación en algunas partes del planeta (con riesgo individual y social) y por otra parte se debe al auge de los movimientos «antivacunas» que se están desarrollando precisamente en los países más ricos del mundo. Es decir donde hay más facilidad de acceso se presenta mayor rechazo.

¿Por qué se desarrollan los movimientos antivacunas?. Hay una serie de argumentos que esgrimen las personas que no quieren vacunarse o no vacunan a sus hijos.

A lo largo de la historia han existido numerosos argumentos en contra de la vacunación desde la oposición de la iglesia a la vacuna de la viruela a mediados y finales del siglo XIX por considerar que la vacuna «no era fruto de Dios» hasta reacciones sociales argumentando la libertad individual frente a la imposición de vacunación obligatoria. A finales del siglo XX se relaciona el timorsal (conservante y potenciador de ciertas vacunas que contiene plomo) con apartición de enfermedades neurológicas, noticia amplificada por medios de comunicación de masas y que sirve de desencadenante de un movimiento en contra de la industria farmacéutica con una pseudoteoría conspiratoria. En los años 70 esta controversia surge en en Estados Unidos afectando inicialmente a la vacuna del tétanos (DTT) y en los años 90-00 en Gran Bretaña con la vacuna del sarampión (MMS)

Entre los argumentos que actualmente defienden los antivacunas destacan:

  • Las vacunas son peligrosas, pueden causar enfermedades. Este argumento procede de una mentira que relacionaba ciertos componentes de las vacunas con la aparición de enfermedades como el autismo y otras enfermedades neurólogicas. Se desarrolló  a partir de las conclusiones de un ensayo clínico donde el propio autor ha reconocido la falsedad de los datos expuestos
  • Las vacunas protegen de enfermedades clásicas y ya casi desaparecidas. Precisamente están controladas gracias al «efecto rebaño» pero siempre pueden aparecer nuevos casos y si este efecto protector grupal desaparece o se debilita se pueden generar epidemias.
  • No hay que ir en contra de la naturaleza. Las ciencias de la salud no tendrían sentido.
  • Con la infección natural se inmunizan los niños. Hay ciertas enfermedades que producen inmunidad de por vida, pero otras no. Además la infección natural es una infección no controlada que pueden en poner el riesgo la salud y la vida del niño.

¿Qué dice la OMS?. La OMS ha combatido los 10 mitos más frecuentes de las vacunas con argumentos.

  1. MITO 1: » Las mejores condiciones de higiene y saneamiento hacen desaparecer las enfermedades, por lo tanto las vacunas no son necesarias». La mejoría de las condiciones higiénicas sobre todo el lavado de manos y la canalización de aguas residuales son los hechos que más han contribuido a la disminución de las enfermedades infecciosas sin duda, pero por sí mismos no son capaces de erradicarlas. En ambientes muy limpios y desinfectados (por ejemplo en ciertos servicios de hospitales donde la esterilización es norma) son capaces de resistir bacterias y virus que además son más resistentes a los tratameintos. Por esta razón la higiene por sí misma no es capaz de erradicar gérmenes.

  2. MITO 2: «Las vacunas tienen efectos secundarios graves que no se conocen que incluso pueden ser mortales». Este argumento cobra fuerza por la publicación con datos falsos sobre la vacuna del sarampión publicados por Wakefield en la revista The Lancet en el año 2001 y la televisión e Internet hicieron el resto. Actualmente se sabe que este estudio se hizo con datos falsos, la publicación he reconocido su responsabilidad en la publicación de este estudio, se saben los conflictos de interés existentes por el autor del mismo y se han realizado estudios más independientes que niegan esta relación. Aún así hay «comunicadores» que siguen con este argumento. La ciencia sigue investigando la relación posible del timerosal con el autismo y otras enfermedades que se han relacionado con las vacunas.

  3. MITO 3: «La vacuna del tétanos y de la poliomielitis pueden provocar síndrome de muerte súbita del lactante«. La vacuna combinada hexavalente (difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, hepatitis B e Hib conjugada) se ha relacionado en Europa con casos de muerte súbita hacia el año 2002-2003. Hasta la época de esta relación (2,5 años después de su comercialización) se administraron en todo el mundo casi 9 millones de dosis que corresponden a la vacunación de aproximadamente 3 millones de niños de los cuales se han comunicado 5 casos de muerte súbita en niños (4 vacunados en Alemania y uno en Austria) ocurridas en las 24 horas posteriores a la administración de una vacuna hexavalente. La Agencia Europea del Medicamento (EMEA) emitió declaraciones públicas en el año 2003 donde se mantiene la relación beneficio/riesgo de estas vacunas. Se puede explicar el caso de la muerte súbita ya que coincide el tiempo de administración de esta vacuna con el tiempo donde la muerte súbita del lactante es más frecuente. Aún así existe un control de todas las vacunas con el registro y notificación de todos los eventos adversos de manera que se monitorizan de manera  continuada los potenciales riesgos por parte de las autoridades sanitarias.

  4. MITO 4: «Las enfermedades prevenibles en mi país están casi erradicadas por lo que no es necesaria la vacunación«. Hay numerosas falsedades en este argumento. Por un lado la cantidad de movimientos migratorios a nivel global y viajes por cualquier motivo hace que no podamos tener una visión tan parcial de lo que es «mi pais» ni «mi zona geográfica». El mundo es global y los gérmenes no saben de fronteras. Por otro lado al disminuir la tasa de vacunación disminuirá la inmunidad de grupo y por lo tanto pueden emerger de uevo infecciones que pensábamos que estaban controladas. La última noticia es el brote de sarampión en el norte de Portugal y en Francia (con tasas de vacunación de más del 94%) donde ya hay varios casos confirmados.

  5. MITO 5: «Las enfermedades de la infancia prevenibles mediante la vacunación son algo inevitable en la vida«. ¿Estamos diciendo que una enfermedad prevenible es «inevitable»?. Todos los días en la consulta hay más de un caso (y de dos) de personas que acuden para «prevenir» algo que no se puede prevenir y en cambio lo que se puede prevenir otros lo califican de «inevitable». Los seres humanos nos lo tenemos que hacer mirar (así, en global).

  6. MITO 6: «La administración simultanea de vacunas sobrecarga al sistema inmunitario y aumenta el riesgo de complicaciones». Actualmente hay vacunas hasta heptavalentes (hasta 7 inmunizaciones en una misma administración) sin que hayan aumentado el número de efectos leves o graves por el hecho de la administración simultánea de toda esta carga de inmunización.

  7. MITO 7: «La gripe solo es una molestia y la vacuna no es muy eficaz«. La gripe es una enfermedad importante, incluso mortal en personas con enfermedades de base, y su banalización proviene de que llamamos «gripe» coloquialmente a cualquier proceso infeccioso respiratorio invernal. La gripe, la de verdad, dura entre 7 y 10 días, produce fiebre elevada, es invalidante y genera limitaciones severas en la vida cotidiana durante unos días. Tiene una serie de complicaciones, raras, pero posibles que pueden ser mortales sobre todo en personas mayores, niños, inmunodeprimidos y personas con enfermedades crónicas que se pueden descompensar y complicar por la infección gripal. Cada ño la vacuna antigripal ha de ser diferente proque el virus muta todos los años. Se fabrica teniendo en cuenta la infección del año anterior y, aunque es cierto que el virus puede tener una mutación importante, la vacuna es eficaz. Los años en los que el virus muta de forma significativa la protección de la vacuna es menor, pero aún en esos casos la relación beneficio/riesgo parece favorable en grupos de riesgo.

  8. MITO 8: «Es mejor la inmunización por la enfermedad que por las vacunas«. Se ha demsotrado que la inmunización generada por las vacunas es eficaz y tiene menos riesgos que padecer la enfermedad. Si nos ponemos tan «naturales» no vayamos nunca a un servicio sanitario, no nos operemos de nada, no llevemos lentes correctoras para vista…. es decir, retrocedamos unos siglos en salud.

  9. MITO 9: «Las vacunas contienen mercurio que es peligroso«. Las vacunas contienen tiomersal es un compuesto que contiene etilmercurio que se utiliza para evitar el crecimiento de bacterias y hongos en algunas vacunas inactivadas. Se viene utilizando par este motivos desde hace décadas y la exposición al mercurio por el ser humano a partir del existente en las vacunas es menor del 0,1% de la exposición total al mercurio a lo largo de la vida. Es decir el efecto del mercurio de las vacunas sobre nuestra salud no es significativo.

  10. MITO 10: «Las vacunas producen autismo«: Falso

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Médico de Familia. Doctorando URJC. Apasionado por la aplicación de la tecnología en todos los aspectos de la salud. Entreno Pokemon, investigo con bots y a veces buceo.